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DOS
POEMAS Y UNA ENTREVISTA
"Repetidas ocasiones la poetisa
uruguaya Luisa Luisi, me había escrito preguntándome
por la vida de Hugo Mayo y hasta llegó a insistirme
en la necesidad de una entrevista para darle cabida
en los diarios de Montevideo que es la ciudad de América
donde más se le cita. Blanca Luz Brum, la valiente
y bella poetisa revolucionaria, a quien el despotismo
de Leguía expulsó del Perú, lo
ha recitado más de una vez; oportunidades en
las que la célebre recitadora Berta Singerman
se interesó en aprenderlo como había
hecho con Ricardo J. Molinari, González Tuñón
y Córdoba Iturburú. Repetidas veces
también le había contestado yo en el
sentido negativo; pues me era completamente difícil
localizarlo y si lo encontraba era frente al escritorio,
pues era empleado de gobierno, su situación
de padre de dos lindos bebés le obligaba a
llevar esa vida.
Pero ahora todo ha cambiado, ya no es empleado de
gobierno, y la prole ha aumentado un bebé más.
Trabaja con su hermano que es abogado y también
poeta, liróforo sentimental y exquisito, que
pulsa arpa y caramillo en el tono más fino
y sutil; todo lo contrario de Hugo Mayo autor de un
instrumento que no es arpa ni es lira y que confunde
su sonido de ruedas de acero, trazando círculos
sobre cordeles de hierro, con la bulla de los motores
de 40 H.P que es la única manera de darnos
la fuerza de su espíritu desorbitado".
En dicha entrevista se publicaron dos poemas de Hugo
Mayo; ignoro si el poeta los tiene recogidos, su natural
modestia le impidió editar sus libros que recién
comenzaron a aparecer en la década de los años
70 con el contentamiento de los más sensibles
espíritus de la República, que sabían
de su valor. Por eso aquí van los poemas, verdaderas
muestras de arqueología literaria de las primeras
épocas de Mayo: "Poema de la Revolución:
/Traigo el afiche de la miseria/ junto al leño
de mis rebeldías // esta vez/ cien martillazos
golpearon/ la oración de los hombres libres//
-Ah tiene este minuto dormido en los graneros/ algo
de sí mismo—// yo robé/ la desesperación
proletaria de/ muchos ojos/ al iniciar en la cárcel
el canto a la vida// que ha mucho tiempo/ que tragamos
riendo, un puñado de lágrimas//.
Poema de la Hora: Otra vez/ se perfilan en los caminos
enlodados / los hombres tiznados en las fábricas/
la jornada trae leguas de cansancio/ sobre la espalda
de los hombres tristes/en los callejones subversivos
arden las barricadas de protestas/ el calendario ha
marcado un día rojo/ en la mañana de
los barrios bajos/ hoy tiene el mástil de nuestras
alegrías/ flameando hacia los puntos cardinales/
banderas liberales./ Esta tarde/el dinamitazo de nuestras
miradas/ enfocará el patíbulo para los
tiranos de América.
De allí en adelante el pauperrismo económico
e intelectual del país, unido a ciertos apuros
económicos que todo padre de familia debe atravesar
en la larga carrera de la vida, manteniendo y educando
a su prole, alejaron a Hugo Mayo de la poesía
y sobre todo lo desvincularon de la vanguardia literaria
de Sudamérica, donde veníase manteniendo
en posición destacadísima. Para 1944,
cuando se fundó la Casa de la Cultura Ecuatoriana,
su nombre se había marchitado en algo frente
a nuevas generaciones de poetas que practicaban otros
géneros más acordes con la política
del momento. La Vanguardia de los 30 había
cedido y solamente Benjamín Carrión
seguía en posiciones culturales expectantes,
pero no se crea por ello que Hugo Mayo renunciaba
a su bronca y formidable lira de poeta revolucionario,
simplemente la tenia olvidada en algún lugar
secreto de su ancho y generoso corazón, un
día, movido quizá por el recuerdo de
su esposa, que había fallecido pidiéndole
insistentemente que diera a luz sus versos, fue a
una imprenta y los entregó, saliendo bellamente
decorados por la pátina de los años,
con el clangor de una musicalidad rara, tan exótica
como la modernista y al mismo tiempo diferente, de
vanguardia.
LA ENTREVISTA
En Abril de 1930 el periodista L.
I. Lavayen Flores realizó una entrevista muy
al estilo de "El Caballero audaz" a Miguel
Augusto Egas, poeta que escribía con el seudónimo
de "Hugo Mayo" y que ahora que se discute
si fue el Epígono o el Hierofante de esa vanguardia
literaria ecuatoriana que floreció desde los
años veinte, vale la pena reproducir. Entrevista:
El timbre se encarga de anunciarme en la puerta. Tengo
prisa y no aparece nadie. Suena con más fuerza
el timbre; su sonido prolongado denuncia el grado
de mi impaciencia. Una voz amable, cuya dulzura acaricia
mis oídos, me dice: .—Pase Ud. espérelo,
ya sale. Es la madre del poeta, una anciana de sonrisa
adorable y de cabellos nevados (aquí se equivocó
el entrevistador porque la madre del poeta había
fallecido en Manta, muy joven; debiendo haberlo recibido
una de las tías, con las que el poeta vivía
en Guayaquil). Me mira y se va. La mirada curiosa
aletea como una mariposa sobre los cuadros familiares
que adornan la sala. Todo está bien arreglado,
limpio, brilloso, desde los muebles hasta las cortinas
denunciando a gritos la estética de quienes
las arreglan. Un fuerte apretón de manos y
una palmada en la espalda me dicen que Hugo Mayo está
frente a mi. Se sienta y me interroga. ¿Y qué
milagro es éste?. Hable, quiero oírlo,
me interesa charlar con Ud. ¿Qué sabe
de la gente de allá?. Hugo Mayo llama gente
de allá a los compañeros que se toman
la molestia de escribirnos, a los compañeros
de Chile, Perú, Uruguay, Argentina que hacen
labor de intercambio espiritual.
-Me era necesario verlo hoy día mismo, quería
entregarle una carta de saludos enviada por Gastón
Figueira, Erkasti, Luisi, etc.— Bueno, gracias.
El silencio pone un paréntesis en nuestra charla.
Lo observo. Me mira. Hugo Mayo ha envejecido un poco.
También tiene menos gordura; la cintura del
pantalón le está grande, el cuello también.
¿Qué ha sabido de Esteban Pawletich,
querido poeta?. Yo sé que está preso
en Méjico.
De ese país hace tiempo que no sé nada;
Germán List Arzubide. Salvador Gallardo y Arqueles
Vela de igual forma. Méjico aburguesando; el
gobierno de Portes Gil ha apagado la mecha revolucionaria
y creo que el gobierno de Ortiz Rubio se valdrá
de todos los medios para terminar con el liderismo
de las campañas proletarias. Si Pawletich está
preso ya saldrá libre. Es un hombre fuerte
en materia y espíritu.
Cuando habla así, Hugo Mayo crispa las manos
en actitud de amenaza y pronuncia las palabras como
si quisiera mascarlas. Es enemigo de las dictaduras,
pero enemigo juramentado. Si la onda sonorísima
de su verso se transformara en cordel, ya hubiera
terminado con todas las tiranías de Hispanoamérica.
¡cuántas horcas no habría levantado
en las plazas públicas! Vea —me dice
calmándose— he recibido de Puno los tres
últimos números de "Boletín
Titikaka"; están interesantes, voy a traérselos.
Espéreme, no se impaciente. Y mientras vuelve
pienso en lo que fue ayer Hugo Mayo; un indisciplinado
discípulo de Tristán Thzara el maestro
Dada, a quienes creyeron que se trataba de un caso
de patología mental, por lo incomprensible
de sus poemas tan desconcertantes como los que producen
las escuelas cubistas y ultraistas.
Hugo Mayo ya era en esa época nada menos que
un desorientado; era una antena receptora de los mensajes
de Jacques Reviee, Beaundín y Thzara a quien
nadie quería escuchar, de ahí la fuerte
influencia que sufriera en sus primeros tiempos de
carrera mental que le costó la indiferencia
y burlas de aquellos que estaban familiarizados con
la rima y la copla sentimental.
De repente aparece el poeta: —Perdone si he
tardado, no es culpa mía; he estado buscando
lo mejor para Ud. Todos estos libros, estas revistas
y estos periódicos son para Ud. Infórmese,
lea y después escriba.
Me daba el pan espiritual; lo imprescindible en mi
vida. Obras y periódicos de la vanguardia literaria
de América: Blanca Luz Brum, Magda Portal,
Julián Petrovich, Serafín Delmar, José
Carlos Maríategui, etc. Sabe -¿Qué
cosa?- Sería bueno formar un grupo fuerte y
macizo de todos nuestros escritores, sin distinción
de escuelas.
Esto es muy necesario en Guayaquil pero con cláusulas
y reglamentos para evitar las deserciones de los asociados;
tendríamos una buena revista o un periódico
que responda a los anhelos el grupo y de la hora.
¿Cuál es su opinión sobre Joaquín
Gallegos Lara? -Bah, que es uno de los que brilla
más. Es destacadísimo. Es un poeta que
tiene su valor en el arte de hoy.
Son contados, contadísimos, los buenos poetas
de mi tierra. -Y Aguilera Malta y Avellán Ferrés?
- También tienen su valor pero dentro de la
forma artística; fuera de ella no se qué
decirle. Aguilera Malta es múltiple pero sin
orientación y un algo fatuo. Avellán
Ferrés tiene cosas buenas. En la vanguardia
literaria del Ecuador es el que más escribe,
pero también el que más elogia. No hace
crítica: elogia y elogia, es su debilidad.
Para él todo es bueno, y sobre todo cuando
se ocupa de autores extranjeros. ¿Falta de
valentía? Yo no sé. Si hiciera crítica
u obra de análisis y gastara elogios con parsimonia,
yo seré uno de sus más grandes admiradores.
¡Créanmelo ...! Con todo, merece mi abrazo.
Está muy lejos de compararse a la garrullería
que escribe Catilinarias, dice ser revolucionario
y se sienta en los zaguanes para llorar desventuras
amorosas.
Cuando Hugo Mayo pronuncia estas últimas palabras
sonríe como un niño tonto. El reloj
anuncia las 6 p.m. El tiempo ha pasado arrastrando
un cordel de horas. Me despido y salgo.
Hoy, en la vanguardia literaria de Indoamérica,
Hugo Mayo constituye un valor definido y una fuerza
mental contundente, propulsora de la revolución
proletaria. Con Pawletich, Ctelmar, List, Arzubide,
Magda Portal y Blanca Bturn de Parra ha levantado
bajo los cielos de América el pendón
ideológico de las luchas libertarias. Con ellos
grita hacia todos los lados su odio a las tiranías
y los imperialismos. Su verso es una onda de llamas
que ha puesto manchas de luz en las conciencias libres
de América.
FIN DE LA ENTREVISTA.
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